Descripción
«En esas cosas venía delirando, con la mirada nublada y el pedaleo torpe, cuando llegó a una esquina y avanzó sin mirar a los costados. No le dio tiempo a reaccionar cuando se apareció un auto delante y se dio”; de lleno con su bicicleta contra la puerta del conductor. El dueño del imponente auto se bajó furioso: ¿Qué estabas mirando, boludo? ¿Dónde aprendiste a andar en bici? le gritó Agustín Monzón, acercándose al borracho que se retorcía en la calle, aturdido. Me voy a casar decía Daniel desde el piso, sonriendo con su boca partida y llena de sangre. Me voy a casar… y comenzó a reírse sin parar.»
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