Descripción
Los editores de este libro se apresuran a decirnos que no es su intención demonizar la inversión extranjera, sino echar luz sobre estos cambios tan importantes. No obstante coincidir con esa intención, me atrevo a decir que hay dos conclusiones fundamentales a extraer de estos estudios. Por un lado, que es imprescindible fortalecer la gestión y capacidad reguladora del Estado. Si bien ello siempre fue importante, es fundamental en esta nueva estructura de poder que el Estado desarrolle sus capacidades regulatorias y que construya una visión del país con la cual procurar articular los intereses de los diferentes inversores.
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